Lo que parecía una jornada deportiva más se transformó en una escena que causó conmoción en miles de espectadores alrededor del mundo. Durante una competencia de apnea, una disciplina extrema que exige sumergirse sin oxígeno durante largos minutos, un atleta sufrió una descompensación bajo el agua, el momento fue captado en video y se hizo viral.
Lo que vino después fue tan dramático como inesperado: un compañero de equipo reaccionó inmediatamente y protagonizó un rescate que comenzó a ser replicado en las redes. El video, filmado en tiempo real, se convirtió en una de las secuencias más comentadas de la semana. Y no es para menos, ya que en él se puede ver el cuerpo inerte del apneísta comienza a convulsionar en las profundidades mientras los jueces miran desde la superficie sin notar lo que ocurre.
Fue su compañero quien, sin perder un segundo, descendió, le suministró aire y lo llevó a la superficie en una maniobra en la que logró salvarle la vida.
El video viral del apneísta rescatado que despertó dudas
El verdadero plot twist de este momento viral llegó cuando, al recuperar el conocimiento, el deportista rescatado sonrió. Un gesto desconcertante que abrió paso a todo tipo de interpretaciones: ¿fue una reacción involuntaria? ¿una puesta en escena?
En las redes, las teorías se multiplicaron. “Parece una escena de cine”, escribió una usuaria. “No sé si es real, pero el rescate fue impecable”, aportó otro. Algunos incluso dudaron de la autenticidad del video y lo compararon con campañas virales anteriores que usaban el formato de “documental deportivo” para vender productos o mensajes de concientización.
Lo cierto es que, real o no, el rescate impactó. Y el protagonista no fue el deportista que casi pierde el conocimiento, sino su compañero, quien sin dudarlo, se lanzó al agua y le salvó la vida. En apenas 20 segundos, se convirtió en un héroe inesperado y en la figura central de una historia que trascendió en las redes.
Qué es la apnea y cómo se practica
La apnea es una disciplina que consiste en contener la respiración voluntariamente bajo el agua durante el mayor tiempo o distancia posible, sin la ayuda de dispositivos que suministren oxígeno. Se practica tanto de forma estática, donde el apneísta permanece inmóvil en el agua, como en forma dinámica, nadando en piscinas o descendiendo a profundidades en el mar.
Es una práctica que requiere un alto nivel de concentración, control mental y preparación física, ya que el objetivo es resistir el impulso natural de respirar durante un periodo prolongado.
Para practicar apnea de forma segura, es fundamental entrenar la capacidad pulmonar, aprender técnicas de relajación y contar siempre con supervisión, especialmente en el caso de las inmersiones profundas. El entrenamiento suele incluir ejercicios de respiración, sesiones en seco y prácticas en el agua que buscan mejorar la tolerancia al dióxido de carbono y optimizar el uso del oxígeno disponible en el cuerpo.
