En la configuración de cabina de la mayoría de los aviones comerciales, las ventanillas suelen estar ubicadas entre dos filas de asientos, lo que puede generar confusión sobre a quién le corresponde su uso. Aunque no existe una regulación oficial que lo determine, hay una norma no escrita que generalmente se respeta, que establece qué pasajero tiene control sobre ella.
Lo cierto es que esta norma establece que el control de la ventanilla corresponde al pasajero ubicado junto a ella, incluso cuando físicamente no esté perfectamente alineada con su asiento.
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Hay que saber que en la mayoría de los aviones comerciales, las ventanillas están alineadas entre dos filas de asientos, lo que hace que, en ciertos modelos, queden físicamente más cerca de un asiento que del otro. El pasajero ubicado en el asiento junto a la ventanilla es quien habitualmente la controla, ya que la mayor parte de la vista y el acceso está de su lado.
De esta manera puede decirse que la ventanilla “pertenece” al asiento contiguo a ella.
Cuándo abrir y cerrar las ventanillas del avión
Durante el despegue y el aterrizaje, las ventanillas deben permanecer abiertas por razones de seguridad. Esto fue establecido por organismos de aviación civil. Y es para que la tripulación y los pasajeros tengan una visión clara del exterior en caso de emergencia. Por eso es habitual que los tripulantes pidan abrirlas durante estas fases del vuelo, incluso si el resto del viaje transcurre con ellas cerradas.
Luego, la apertura o cierre de la ventanilla queda a criterio del pasajero que se sienta junto a ella. En vuelos nocturnos o de larga duración, es común que la tripulación solicite mantenerlas cerradas para oscurecer la cabina y favorecer el descanso. Pero en vuelos diurnos, muchos pasajeros prefieren mantenerlas abiertas para disfrutar del paisaje.
