Tras la masacre de Villa Crespo, se conocieron en las últimas horas los primeros resultados de las autopsias realizadas a Bernardo Seltzer y sus dos hijos, Ian, de 15 años e Ivo, de 12, todos asesinados por Laura Leguizamón.
Entre los datos que se conocieron de las pericias forenses, impacta sobremanera que los dos adolescentes recibieron más puñaladas que el padre, quien tenía tres heridas cortopunzantes en distintas partes del cuerpo, en tanto que los hijos habían sido apuñalados más veces.
En tanto que Leguizamón tenía una única herida de arma blanca en el pecho y un rasguño en el cuello, que da a pensar a los investigadores que se trataría de una uña clavada por uno de sus hijos cuando intentó defenderse del brutal ataque.
Por eso, en las próximas horas se hará un cotejo de ADN para confirmar o descartar la hipótesis de que uno de los menores se defendió al verse atacado por su madre.
Por otra parte, los peritos hallaron rastros de pelo en las manos de la mujer que, se presume, podrían ser de alguna de las víctimas.
La autopsia también confirmó que los ataques fueron realizados con dos armas blancas, y que la que tenía mayor cantidad de sangre era la de la hoja más ancha.
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Del análisis forense también se pudo establecer que el primero en ser atacado fue el padre, quien por la clase de heridas que sufrió en el pecho, no se pudo defender, ya que se cree que Seltzer estaba durmiendo boca arriba en el momento del crimen.
Los peritos también llegaron a la conclusión de que la mujer atacó en distintos ambientes del departamento, a su esposo y sus dos hijos, quienes se habrían despertado de sus camas cuchetas cuando oyeron el ataque.
Uno de ellos no logró levantarse y murió en su cama, mientras que el otro intentó escapar por un pasillo hacia una de las dos puertas de salida del departamento.
