Las contracturas musculares son una molestia común que afectan la salud y el bienestar de las personas de todas las edades. Pero diversos estudios demostraron que ciertas combinaciones de plantas y especias poseen propiedades antiinflamatorias y analgésicas que pueden ayudar a reducir el dolor muscular. Entre estas combinaciones, algunas destacan por su eficacia y su delicioso sabor.
Tanto el jengibre como la cúrcuma son especias reconocidas por sus propiedades antiinflamatorias y analgésicas. Estos compuestos bioactivos actúan directamente sobre los tejidos musculares, reduciendo la inflamación y aliviando el dolor asociado a las contracturas.
El jengibre y la cúrcuma, dos especias con propiedades antiinflamatorias y analgésicas, se posicionan como excelentes aliados para aliviar las contracturas musculares. El jengibre, con su compuesto activo gingerol, no solo reduce la inflamación sino que también mejora la circulación sanguínea, favoreciendo una recuperación muscular más rápida. Por su parte, la cúrcuma, rica en curcumina, actúa como un potente antioxidante que disminuye la producción de sustancias que causan dolor e inflamación en las articulaciones y los músculos, aliviando así las molestias asociadas a las contracturas.
Cómo incorporar cúrcuma y jengibre a la dieta
Incorporar el jengibre y la cúrcuma al mate o en infusiones es una práctica sencilla y beneficiosa. Rallar un poco de jengibre fresco y agregar una pizca de cúrcuma en polvo directamente a la yerba del mate es una forma de disfrutar estas especias. Para una infusión más concentrada, se puede preparar un té con jengibre y cúrcuma y añadirlo al mate.
Preparar un té de jengibre y cúrcuma es una opción clásica y fácil. Se ralla jengibre fresco y se agrega cúrcuma en polvo a agua caliente. Al endulzar con miel o limón, se obtiene una bebida reconfortante. Para potenciar los efectos de la curcumina, se recomienda añadir una pizca de pimienta negra.
