Estudios recientes confirman que el consumo de carne roja y procesada (salchichas, hamburguesas y embutidos) es altamente perjudicial para la salud debido a que aumenta el riesgo de cáncer.
Y si bien la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) ya ha comenzado a clasificar las carnes procesadas como cancerígenas, esto no implica que tengamos que dejar de comer carne, sino que se trata más que nada de una reducción de la dosis ingerida.
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